- Un billete con escalas en Madrid y Chicago y un total de 19 horas de vuelo.
- Un billete 150€ más barato con escala en Londres y Dublín y un total de 24 horas de vuelo.
El viaje empezó bien. Tanto el vuelo a Madrid como de Madrid a Chicago salieron en su hora por lo que empezaba a estar contento de la opción que había tomado. Los problemas empezaron a la hora de aterrizar en Chicago. Había una niebla muy espesa y el avión empezó a dar vueltas sobre el aeropuerto, supongo que por retrasos en los aterrizajes. Yo tenía una escala bastante corta de una hora y media en la que tenía que pasar el control de pasaportes y cambiar de terminal para coger el vuelo a San Francisco. El vuelo se retrasó finalmente más de una hora por lo que cuando aterrizó, mi siguiente vuelo ya había despegado. Y no era el único en esta situación. En la fila detrás de la mía había un español y un mejicano que también perdieron sus vuelos. El español, sevillano para más señas, también iba a San Francisco por lo que hicimos juntos el resto del viaje.
Ya en Chicago pasé el control de visados (no me hizo falta el formulario I-797 del susto) y en el mostrador de American Airlines me dieron un billete para el siguiente vuelo a San Francisco que salía en 2 horas. "No está mal" pensé. Un poco de conversación, un McDonalds y el sevillano y yo habíamos hecho las dos horas. La sorpresa fue cuando nuestro vuelo volvió a retrasarse más de una hora. Empezaba a pensar que iba a pasar la noche en Chicago porque el tiempo parecía no mejorar. "Por lo menos está Julio por aquí y podré llamarlo" empecé a pensar.
Finalmente el vuelo embarcó en la nueva hora que le habían asignado pero tardó como una hora más en despegar. Total, que llegué a San Francisco como 4-5 horas más tarde de lo que debía y el viaje de 19 horas se convirtió también en uno de 24. Y yo que pagué los 150€ de más!
Bueno, una vez en el aeropuerto cogí el coche de alquiler y lo bueno de haber llegado tan tarde (22:30) es que no había tráfico y pude ir tranquilo. Aún así me perdí dos veces buscando el hotel y en una de estas me metí en una calle en dirección prohibida justo cuando había un coche de policía detrás!!! Cuando oí que me pitaron supe que la había cagado ... y cuando me enfocaron con la luz esa potente que tienen en los coches de policía americanos por fuera ya no sabía qué hacer.
Me paré a la derecha y los policías se pusieron a mi altura. La verdad es que me llevé una sorpresa porque no sólo no me multaron sino que fueron muy amables. Me preguntaron que si no sabía que iba en dirección contraria y claro, yo que si soy extranjero, que si estoy completamente perdido, etc. Los tíos debieron vérmelo en la cara, me explicaron el camino y me hicieron dar la vuelta. Tuve mucha suerte.
Al final llegué al apartamento como a la 1 de la mañana reventado. Vaya viaje.
Ah, se me olvidaba, tuve que preguntar cómo se quitaba el freno de pie del coche!!! Vaya vergüenza pero es que aquí son todos los coches automáticos y vienen con freno de pie en lugar de mano. Yo sólo he conducido un coche automático y tenía una palanca de la que tirar para soltar el freno pero, por más que buscaba, no encontraba la palanca en este coche. Resultó que el freno se soltaba pisando de una cierta forma el pedal.
Creo que este viaje no se me olvidará nunca, no sólo por lo que significaba, sino por lo que viví.
3 comentarios:
Bueno Muyayo!!
Crei que te ibamos a ver en un episodio de Cops!! Suerte que hay gente buena en todas partes. Sigue contando tus aventuras que estaremos al tanto.
suerte :)
Ey,que pasa¡¡¡
Desde tu tierra guanche susana y mache te animan.
Seguro que ya estás haciendo amigos y pronto nos olvidas, bueno, da igual, nosotras no te olvidaremos. Ea, pos a disfrutar, muchos besos desde las canarias de 2 gaditanas.
Hola!!
Me alegro de que al final consiguieras llegar sano y salvo, jeje. Un besote!!
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