El documento

Después de una época frenética en Madrid preparando todo lo de mi visado, la mudanza, etc., había llegado el momento de las vacaciones de navidad. Me pasé unas navidades increíbles en casa y con toda la tranquilidad del mundo. A mi entender, había hecho todo lo que tenía que hacer con lo que sólo quedaba coger el avión y plantarme en San Francisco.

Tres noches antes de que saliera el avión me dio por ponerme a revisar la cantidad ingente de papeles que tenía para saber cuáles me llevaba y cuáles dejaba en casa. El problema empezó cuando leí en uno de ellos que el oficial de inmigración de la embajada debía haberme devuelto uno de los documentos que entregué (el I-797) para obtener el visado. La verdad es que estaba en negrita y mayúsculas que debía pedirle al oficial que me lo devolviera, pero creo que con tanto trámite que había resuelto en los últimos meses se me "olvidó" ese detalle. Por otro lado, yo pensaba que era normal entregar ese documento (que equivale a medio visado) y obtener el visado completo.

Total que para asegurarme del tema decidí enviarle un mail a los abogados para que me confirmaran si este documento era tan importante. La respuesta fue que ese documento era "indispensable" para entrar en el país y que hiciera todo lo posible por ponerme en contacto con la embajada para obtenerlo. Yo no me lo podía creer, eran las 12 de la noche y a falta de dos días podía ser que me quedara en tierra. Así que claro, sin poder hablar con nadie a esa hora me puse en lo peor y me compré un billete ida y vuelta a Madrid por si tenía que ir a la embajada (con seguro de cancelación), reservé otros dos para San Francisco, y me puse a buscar por internet como un loco a ver si había casos parecidos.

En fin, esa noche apenas pude dormir una hora por los nervios. La verdad es que no entendía cómo, si era tan importante ese papel, la de la embajada no me había dicho nada. Después de casi tres semanas en casa sin hacer nada, tenía que salir corriendo para Madrid a solucionar esto. Encima, aunque mi vuelo a San Francisco desde Gran Canaria hacía escala en Madrid no era posible cogerlo ahí, es decir, tenía que facturar obligatoriamente en Gran Canaria, por lo que no podía ir el miércoles a Madrid, solucionar el problema y seguir el jueves desde Madrid a USA.

Ya por la mañana llamé a la embajada varias veces y en todas ellas me confirmaron que el papel no hacía falta para entrar en el país. Uff, ¡vaya alivio! Aunque me quedaba un poco mosqueado porque al final no sabía quién tendría la razón, estaba más tranquilo porque parecía que efectivamente el documento no hacía falta. Total, que pude cancelar el vuelo a Madrid (como tenía el seguro sólo me costó 15 € frente a los 220 € del billete) y pasar el último dia en casa tranquilo.

Vaya susto justo antes del viaje!